Psychology Today enumeró en su portal 5 hallazgos sobre el poder del contacto visual. (Flickr / jilarson)
El contacto visual es una de las interacciones humanas más importantes dentro de una sociedad. Existe un considerable número de estudios respecto señales no verbales, particularmente aquellas que tienen que ver con los ojos, y cómo afectan nuestro comportamiento.
Psychology Today enumeró en su portal 5 hallazgos sobre el poder del contacto visual:
El contacto visual causa excitación
Mirar directamente a los ojos de alguien causa una reacción de excitación. Como se interpreta, sin embargo, depende de las partes implicadas y de las circunstancias. Ser observados por un desconocido puede ser visto como una amenaza y provoca una respuesta de miedo, normal entre los animales sociales. Sin embargo, la mirada de una posible pareja sexual provoca excitación que puede ser interpretada de manera positiva como una invitación sexual.
Los ojos te dirán si una sonrisa es real o falsa
El psicólogo Paul Ekman ha distinguido entre sonrisas que representan la verdadera felicidad (sonrisas “Duchenne”) y sonrisas falsas que podrían ser utilizadas para fingir felicidad, o cubrir alguna otra emoción. La clave para detectar una sonrisa falsa de una verdadera está en los ojos. Al formar sonrisas reales, los ojos se entrecierran y crean líneas en las esquinas exteriores.
La dilatación de la pupila es una señal de interés (y te puede hacer atractivo o atractiva)
Cuando estamos interesados en algo o alguien nuestras pupilas se dilatan. En un estudio realizado, los ojos de una mujer fueron alterados para que sus pupilas se vieran dilatadas. Las mismas fotos de la mujer con los ojos dilatados fueron calificadas más atractivas que las que tienen la pupilas en tamaño normal.
Mirada mutua es un signo de amor
Investigaciones sobre el amor y la atracción han encontrado que la mirada mutua es un buen indicador de individuos que se aman.
Contacto visual es una válida señal de engaño, pero no de la manera que usted piensa
Todo el mundo asume que un mentiroso no te mira a los ojos, pero investigaciones al respecto sugieren que un mentiroso incurre en mayor contacto visual que alguien que dice la verdad. La explicación es que el engañador se esfuerza al máximo para tratar de convencer de su veracidad y de esa manera “exagera” el contacto visual para parecer sincero.
